
Cocina y Aventura
Confieso que soy una coleccionista obsesiva de libros de cocina. Mi madre decía que yo leía colecciones de recetas con el mismo entusiasmo que la mayoría de la gente reserva para la lectura de novelas policíacas. Sospecho que su interpretación de mi pasión no estaba demasiado distanciada de la verdad. Lo cierto es que me fascina saber cómo se come y cómo se preparan los alimentos en los lugares más retirados del mundo. Para mi, los libros de cocina son una especie de relato de viajes y a través de mi conocimiento de las diversas cocinas del mundo, he ido descubriendo lejanas culturas, geografías e historias, junto con exóticos e inusuales ingredientes.
Mi biblioteca culinaria tiene varios cientos de volúmenes. Algunos simplemente los he ojeado, pero hay muchos que he leído de principio a fin. Y, sin embargo, no siempre que cocino lo hago con un libro que llevo hasta el mesón que está al lado de la estufa, ni sigo paso a paso las instrucciones de alguna receta. La excepción está en los libros que tratan de pastelería y repostería, donde la improvisación resulta más complicada. Estas especialidades culinarias son ciencias exactas, donde cada ingrediente juega un papel esencial no solo en el sabor final de la preparación, sino en su apariencia y su estructura.

Mis viajes imaginarios a través de las cocinas del mundo me han enseñado sobre la diversidad de ingredientes que podemos usar para crear platos extraordinarios. Comer puede y debe ser una aventura que nos proporcione intenso placer. Y aunque hay cosas que podría comer todos los días, lo novedoso me atrae y el proceso de crear nuevos platos para compartir con mi familia y mis amigos me produce grandes satisfacciones. Me emociona muchísimo encontrarme con verduras nuevas cuando voy a los supermercados, algo que sucede cada vez menos, quizás porque los consumidores nos conformamos con lo de siempre.
Hoy, gracias al internet, todos tenemos acceso a información inagotable acerca de preparaciones culinarias muy variadas. Google nos puede responder, en cuestión de segundos, cómo utilizar un ingrediente desconocido con el que nos topemos en el mercado. Y aunque el navegar por los senderos trazados virtualmente, no reemplaza el placer que me proporcionan las páginas y las fotografías de un buen libro de cocina, cocinar con ingredientes nuevos es un placer que está al alcance de todos.
La ciencia de la nutrición nos ha enseñado que debemos tratar de incluir en nuestra dieta una buena variedad de alimentos. Como decía algún artículo leído hace ya años, debemos tratar de comer a todo color, pero para muchos de nosotros, resulta difícil alejarnos del blanco y negro de nuestro menú de papas, arroz y carne. Una lástima cuando tenemos en cuenta que en Colombia podemos encontrar todo el año una variedad inmensa de productos agrícolas nativos y adoptados. Estos ingredientes, llenos de sabor y repletos de nutrientes, pueden hacer de nuestra próxima comida, toda una aventura gustativa.