De los mismos autores que nos vendieron la idea de que al mal tiempo había que ponerle buena cara, vino otra de las grandes falacias de la filosofía de la convivencia humana. Aquello de que “entre gustos, no hay disgustos.” …
Cuando le pedí al mesero que me trajera un vaso de agua del “mero chorro”, sentí que mis vecinos de mesa, junto con el mesero, me castigaban con el látigo de su más profundo desprecio. A mis vecinos ya les…